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Érase una vez un joven entusiasta que, ignorando los modos de color y tras horas interminables de ordenador, dio por terminada su gran creación. Azules y rojos destacaban en su diseño y algunos tonos negros profundos en las esquinas. Tras contemplar por unos segundos la pantalla del ordenador decidió dar el paso final e imprimir. Como si de una película de terror se tratase, los colores se empezaron a rebelar: ¡los rojos en el papel no era rojos, eran rosas!; los azules ¡morados!; y los negros eran más verdosos y pálidos que un muerto. ¡Oh, no! - exclamó el joven imprimiendo otra hoja y comprobando que los malditos colores CMYK se rebelaban de nuevo, como si hubiese unos duendecillos traviesos dentro de la impresora cambiando los colores.
Estoy seguro de que la mayoría de humanos que se han atrevido a incursionar en esta aventura del diseño se han enfrentado por lo menos una vez a esta maldición (o dos, o tres :o). Si estás en esta encrucijada no hay de qué preocuparse, tu impresora está libre de duendes. La clave, en un principio, es entender y diferenciar los modos de color RGB y CMYK para poder crear archivos en formatos adecuados a la plataforma destino, como imágenes digitales que se usarán únicamente en ordenadores, o impresiones con tinta.
Debemos saber que existen más espacios o modos de color, pero el RGB y CMYK son los más extendidos en la actualidad, así que no debemos confundirlos ni mezclarlos. Los podemos definir como estándares para representar colores, los cuales están conformados por colores primarios (antes llamados colores primitivos). La principal característica de estos colores primarios es que son colores básicos que no se pueden obtener a partir de la mezcla de otros, pero al combinarse entre sí producen una gama muy variada de colores. Los colores que obtenemos al mezclar los primarios se denominan colores secundarios.
Generalmente los modos de color están conformados por tres colores primarios. Tanto RGB como CMYK tienen sus propios colores básicos, los cuales son totalmente distintos.
Ahora viene la gran pregunta: ¿qué tienen que ver estos modos de color con los colores rebeldes del principio? Respuesta rápida (:p): el modo RGB es la mezcla de colores que ves en la pantalla de tu dispositivo u ordenador (por medio de luz) y el modo CMYK es la mezcla de colores que usa tu impresora (por medio de pigmentación). Problema: los azules que generalmente ves en pantalla están creados con luz por la mezcla de colores RGB. Si en cambio los imprimes la mezcla de colores básicos en pigmentación CMYK será distinta y esto puede provocar un desastre.
Teniendo claro lo que son los modos de color y conociendo los principales modos usados, que son RGB y CMYK, con diferentes colores primarios, sólo nos queda saber diferenciarlos y usarlos correctamente. En líneas generales RGB se usa para mostrar en pantallas y CMYK para trabajos de impresión. Y se acabaron las pesadillas con duendes traviesos y colores torcidos. En un siguiente post los conoceremos más a fondo y en detalle cada uno (⨪ˬ⨪)